Una nueva temporada de pesca, las ilusiones puestas en que
esta sea aún mejor que la anterior, en espera de llegar a los niveles de
antaño, cuando engañar a una pintona no era tan difícil, o cuando verlas
escapar río arriba era de lo más normal, mientras que hoy en día hay que
dejarse los ojos en ello. Sin embargo en esto de la pesca no sólo disminuyen
las poblaciones de peces, cada vez que voy al río y me encuentro algún
pescador, este siempre me supera en edad, casi nunca encuentro a otros
compañeros de afición de mi quinta y me sobran dedos para contar a aquellos que están por debajo
de mi edad. La pregunta es por tanto obvia, ¿Por qué no hay relevo generacional
en la pesca?
Si nos fijamos un poco en los pescadores veremos que en su gran
mayoría son gente de 50 para arriba, lo más mayores perfectamente
identificables, no sólo por su edad, si no por su arte de pesca, en general, el
cebo, ya sea con caña larga o vara fija y a que a medida que avanza la
temporada se cambia por una mosca en punta. Ellos vivieron una época en la que
la abundancia de truchas era un recurso valioso y aunque posteriormente
ejercieran la pesca como afición, la gran abundancia de peces hacía de la pesca
un actividad cinegética entretenida, pero a día de hoy vemos que estos grandes
pescadores, especialmente con el cebo, ya casi sólo salen los dos o tres
primeros meses, después una parte de ellos ya prácticamente cuelga los aparejos
ante el desencanto que les produce la pesca a día de hoy.
Tras este grupo, vendría el grupo más amplio en cuanto a rango de edad, en él
podemos apreciar todos los estilos de pesca, desde los incondicionales del
cebo, hasta los incondicionales del sedal pesado, pasando por cucharillas,
plumas y varas fijas. Dentro de este grupo podemos ver una tendencia de
evolución bastante clara hacia un determinado tipo de pesca, la cola de rata,
centrándose esta en los pescadores más jóvenes dentro del grupo. También estos
pescadores vivieron en su mayoría la época dorada, y aún hoy sueñan con volver
a ella, son incombustibles, siempre que el trabajo o la familia les dejan, van
al río a divertirse y a encontrase con amigos y a recordar los viejos tiempos
con sus míticos serenos.
Y por último tenemos el eslabón más débil y sin embargo el
más importante, los jóvenes, aquellos que continuarán este deporte en el
futuro, es aquí donde se aprecia el mayor problema, prácticamente no hay
pescadores jóvenes. Yo aún me acuerdo de cómo caí en esto de la pesca y como mi
inicios en la pesca de río fueron pescando a cebo desde el puente de Deva, el
España, el Pinzales y pequeños regatos que hay cerca de Gijón, aún de aquella,
y no hace tanto se podía engañar alguna pintona sin tener ni idea de pescar
bien, después llegaría la pesca a vara y la pesca a pluma y poco a poco pude ir
explorando más ríos y finalmente todo derivó en la pesca a cola de rata, en un
momento en el que por edad ya uno puede disponer de ese importante artilugio
llamado coche que te permite moverte sin depender de familiares o amigos.
Pero
lo mío es una excepción, yo me acuerdo que cuando empecé había mucha gente de
mi edad pescando por ahí, y sin embargo casi todos ellos, se quedaron en el
primer paso, la pesca a cebo en pequeños arroyos. Según fueron creciendo
empezaron a ver que había formas más “entretenidas” de pasar el rato, que no
implicaban tener que ponerse a buscar los merucos y al día siguiente madrugar,
para al final no tener ni una sola picada en todo el día, y eso cuando el
tiempo acompañaba. Podríamos pensar que aquellos guajes cuyo padres o abuelos son pescadores y por tanto los acompañan deberían de mantener esta afición,
pero seguramente más de un lector en dicha situación convendrá conmigo en que
al principio todo parece ir bien, pero en cuanto llegan a los 14-15-16 años
todo se trunca, cada vez aborrecen más la pesca, el ir un día y otro y otro, y
ver una trucha de vez en cuando, en cierto modo hay que comprenderlo y darles
la razón, si te tiras días y días sin tocar ni una pintona es normal que te
aburra la pesca, yo creo que eso nos ocurre a todos, a ellos también y al final optan por
divertirse por otros métodos, dejando esta afición de lado, aunque algunos la
retomen unos años más tarde. Podemos convenir entonces que el problema de los
jóvenes y la pesca en un principio es el mismo que vemos todos, hay muy poca
trucha, y si en esos primeros momentos de pesca, no clavas peces, al final
optas por abandonar.
Creo que deberíamos de dejar de ser egoístas y pensar un
poco en los que viene por detrás, si ahora nos dedicamos a llevarnos las
truchas que aún malviven en nuestros ríos, no miramos para los ríos como lo que
son, si no simplemente como un sitio del que sacar comida, los contaminamos,
etc… ¿qué futuro le espera a este deporte?. Puede que la solución esté en
concienciar a la gente en un equilibrio entre pesca con muerte y sin muerte,
intentar enseñar a los jovenes que el fin último de la pesca no es llenar la
cesta, si no pasarlo bien, también la gente debería de tomar conciencia y
comprometerse con aquellas acciones encaminadas a limpiar cauces, rastrillar
frezaderos y no sólo preocuparse por repoblaciones, dejando de cotillear donde
se hace para ir en cuanto se pueda por allí a ver que cae.
En aquellas
localidades privilegiadas, en las que hay un lsm cercano a un instituto, promover
la pesca como una actividad extraescolar, sería muy recomendable, comenzando el
curso con tareas de limpieza, restauración y enseñándoles in situ, la flora y
fauna del cauce y su importancia, continuando los meses siguientes con una
introducción a la ecología del río, las diferentes modalidades de pesca y su
realización, y como no, montaje de moscas, para finalizar el último trimestre
del curso con prácticas reales en los lsm, donde podrán engañar alguna pintona
y dejar que les pique ese gusanillo de la pesca. De este manera tendríamos
jóvenes que pescarían por los ríos, con una conciencia de compromiso entre
conservacionísmo y gastronomía, que colaborarían en actuaciones encaminadas a
mejorar los ríos y quién sabe, hasta puede que fomentaran la creación de
subasociaciones juveniles dentro de las asociaciones ya existentes, ¿no sería
todo eso muy bonito?
Llegó el momento de pensar en el río y sus habitantes, no
sólo por su propia problemática, si no también por el futuro de este deporte,
de nada sirve, decir “A mi que, yo mientras pueda seguir pescando…” o “Mejor
cuantos menos seamos”. Hay que dar a
conocer la pesca entre los jóvenes, como un deporte más cualquiera, en el que
prima el pasarlo bien, conocer gente y sobretodo desestresar, una forma de
desconectar con la realidad de todos los días, y no tanto el llevarse las
piezas para casa, pero claro si los que vamos a los ríos no tenemos dicha
mentalidad, poco podremos hacer por que ellos la tengan. ¿Cómo esperamos que se
vicien los más jóvenes en esta locura? Tenemos que ser más responsables y dar
ejemplo.
Miguel Iglesias Vegas
Articulo publicado en la revista El Maravayu
hheheiiii
ResponderEliminarAquí un buen joven pescador que a sus 16, desde sus 4 añitos, lleva pescando en ríos leoneses y de galicia sus truchas, siempre con Cys y raramente no influenciado por ningún familiar, si no por el pensamiento de qué sensación habría al estar ahí metido. Se ve que me gusto y aquí sigo, al pie del cañón también de un club deportivo de pesca que agrupa a los norteños de la Península.
Saludos!!
Si ,eso lo he estado notando yo desde que mi hijo con 24,empezo a pescar conmigo en el rio a los 12.No veia ni veo a nadie joven y cada vez menos viejos.la gran mayoria se fijan en es nuevo grupo de 28 a 45 ,cuya mayoria pesca a latigo.Si yo cuelgo la caña mi hijo tambien y ....nunca cojio mi afificon ni mucho menos.Para mantenerla ha ido a austria,Irlanda y lo mejor de españa ya que no esta aqui en usa durante las vacaciones.Hay mucha scausas ajenas a esto como el mobil,internet,el coche,el dinero etc,es decir mucho mas que ir al rio y encima ese rio esta contaminado,con poca o mucha agua y con menos del 10% d elas truchas de tan solo hace 50 años o menos.Si no se depuran las aguas,se mantienen los caudales ,se controlan llas especies aloctonas etc;quizas algun dia habra buenos rios y de aquella los 4 que pesquen se pondran las botas como muchos hicimos hace 50 años y sin ir tan lejos bastante bien hace 25.saludos.
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