jueves, 24 de febrero de 2011
La Laguna de D. Polo
Hace unas horas que acabo de poner los pies en Asturias después de 22 días de pesca por la Patagonia Chilena.
Un viaje en el que mezclaríamos zonas conocidas con zonas nuevas de pesca como era la Isla Magdalena , nos habían hablado muy bien de los ríos de la isla así que decidimos pescar 6 días en ella, ríos míticos como el Pangal, Posón, Aldunate o Mentolat nos esperaban, pero, no era lo que nos habían contado, ni lo que nos habíamos imaginado, los peces de escape de las piscifactorías industriales habían afectado a los peces nativos de río y los ríos estaban literalmente muertos, no hay vida en ellos, pequeñas truchas pueblan sus aguas.
Así que debíamos pasar esos días como mejor podíamos, era tontería dar moscazos en esos ríos, la sensación final era que lo mismo daba tirar el streammer al río que a los pedregales, el resultado era el mismo.
Viendo la desilusión que había en el grupo nos proponen ir a pescar a la laguna de D. Polo, dicho así suena bien, pero había varios inconvenientes:
1. La laguna no se podía pescar de orilla por la gran cantidad de juncos o totora como lo llaman allí que había.
2. D. Polo tenía 2 barcas arriba en la laguna pero éramos 6 pescadores por lo que necesitábamos otra barca más.
3. D.Polo comenta que no hay problema que el tiene otra barca mas y que la sube a la laguna
4. Hay que decir que el tiempo que se tarda en subir a la laguna es de una hora y media a pie, y que no hay un camino al uso.
Emprendimos el viaje a pie con ilusión, sin saber lo que nos depararía el día ni lo que veríamos, después de una buena caminata por un pequeño río y por una zona mas que cerrada por donde tenias que ir a gatas llegamos a la laguna y nos encontramos con dos barcas atadas con una cadena y con un candado que impedía el uso de ellas.
Pero una de aquellas barcas de no mas de 3 metros de eslora no le cogia otro agujeró mas, el plástico estaba desecho, hacia agua por todos los sitios, asi que decidimos no utilizarla.
Llevábamos una hora mas o menos esperando en la laguna, llovía y la humedad que había en el ambiente te calaba los huesos , los mosquitos nos estaban literalmente comiendo cuando sentimos a lo lejos el ruido de una motosierra, que según transcurrían los minutos se iba acercando cada vez mas a nosotros.
Al final llego D. Polo con sus bueyes, su nieto, su barca y su perro,
Por donde había subido, pues por el río abriéndose paso con los bueyes y una motosierra, un pantalón tejano una camisa, un jersey y unas botas de goma por debajo de la rodilla eran todo su uniforme, como podéis imaginar llego calado hasta los huesos y la ropa de repuesto que debería estar seca, pues también estaba mojada.
Así y todo el hombre llevo su barca a la orilla, subimos tres pescadores por barca y se puso a remar a llevarnos por toda la laguna para que pudiéramos pescar.
Serian las cinco de la tarde cuando a D. Polo le daban calambres en las piernas y en los brazos por el frío, la humedad y la mojadura que tenia el hombre.
Dejamos de pescar y bajamos a la zona donde tiene la cabaña, después de cambiarnos un asado patagónico acompañado de un buen vino chileno nos alegraría la tarde noche.
Pensé mañana este hombre tiene una bronquitis del copon, pero me equivoque a las diez de la mañana estaba otra vez D.Polo preparado para acompañarnos a pescar a su laguna.
La pesca fue regular sacamos algunas buenas truchas marrones, pero si me tengo que quedar con algo de esto es con la aventura de D. Polo, sus bueyes, su barca y su campito, os aseguro que hombres de ese calibre ya van quedando muy pocos.
Deciros que la barca de madera igual que subió bajo, una aventura, en algunas zonas del camino los bueyes se enterraban hasta la barriga y había que soltarlos de la yunta pues eran incapaces de salir de aquel barrizal.
Seguro que no nos volveremos a ver, pero este escrito es un pequeño homenaje a usted D. Polo nos dejo acojonados a todo el grupo
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Vaya aventura, Jose. Son de las historias que recuerdas durante mucho tiempo y que gustan compartir con amigos en una buena comida
ResponderEliminarJoe, y luego dicen que la pesca es aburrida, sentarse y esperar jajajajaja.
ResponderEliminarPreciosas jornadas de pesca por tierras americanas, enhorabuena D. José.
....."os aseguro que hombres de ese calibre ya van quedando muy pocos."
ResponderEliminarY solo se encuentran en Chile ;-) ;-)
Nunca habia visto nada igual, tengo muchas mas fotografias que seguro pondre en una segunda entrega de la laguna de D. Polo.
ResponderEliminarCarlos recordaremos la historia en una mesa con una buena comida.
Enrique la experiencia es inolvidable
Jose
Que bueno Jose, me estoy imaginando a esos bueyes monte arriba tirando de la barca y abriendo camino, y ademas vuestras caras de asombro.
ResponderEliminarBueno no todo es pesca los que se busca en esos viajes, ¿no?, también son esas experiencias por nuestra Europa Occidental inimaginables hoy en dia.
un saludo.
Alex.
Pues al parcer mi comnetario no salio.Aqui vuelvo.m eca..21 dias en la patagonia;pescas mas alli que yo en España.Despues de 21 dias con esas truchas te va costar algo pescar por españa esos rios con pocas y chicas no?Pensaba que 10 dias ya eran muchos,no se como aguanta el cuerpo.Y la cartera?algun descuento tendreis no?Venga de vuelta a la realidad.saludos.
ResponderEliminarGracias por los comentarios, creo que puede haber una segunda parte de la laguna de D. Polo hay fotografías que lo merecen.
ResponderEliminarComo todo aquello lo acabaremos jodiendo, espero poder disfrutar todavía unos cuantos años mas de las truchas patagónicas, aunque ya tienen un problema en algunos ríos el Dydymo, aunque están haciendo campañas contra su propagación será solo cuestión de tiempo que acabe llegando a otros ríos.
Una pena
José